Desde que el mundo es mundo civilizado, desde que es nuestra especie la que escribe la Historia, desde aquel tiempo remoto en que se inventaron las ciudades, y la Era Prehistórica dio paso a la Edad Antigua, el mito del elegido ha estado presente en todas las culturas, sagradas escrituras y relatos épicos. En la tradición judeocristiana occidental, la leyenda del héroe predestinado a derrotar al mal y traer el equilibrio ha dado origen a un buen número de personajes de lo más dispar: desde Moisés a Harry Potter, pasando por Jesús de Nazaret, el rey Arturo, Conan El Bárbaro, el Neo de Matrix, Anakin Skywalker o Aragorn de Gondor.
El elegido, en pleno recuento midicloriano. |
Pero el equilibrio no llegó. Básicamente, porque el RM no tenía un equipo, y mucho menos, un centro del campo. Un grupo de jugadores de primer nivel, sí; pero no un equipo. A las órdenes de Pellegrini, la plantilla más cara del mundo cuajó una temporada vacía de títulos, pobre de fútbol y nada brillante en el apartado del espectáculo. Si el entrenador tenía un sistema de juego, no lo pareció. El club fracasó en sus tres hitos decisivos: naufragó en la Copa de manera estrepitosa en las tranquilas y someras aguas de Alcorcón, se dejó noquear en su primera eliminatoria europea por un rival a priori muy inferior y se vio ampliamente superado en feudo propio por su eterno rival en la lucha por la Liga.
En semejante situación, poco había podido hacer el elegido. Sin las indicaciones precisas, sin demarcación ni función claras y sin un patrón de juego preestablecido, la mayor parte del tiempo deambuló por el centro del campo como un zombi. A ratos aburrido, como un niño en misa; por momentos desbordado, como una oficina del INEM; unas veces nervioso, como un padre primerizo en la sala de espera; otras innecesario, como una comadrona en el Vaticano. Contagiada por el tono gris general del equipo, su estrella fue decayendo poco a poco, eclipsada por el fulgor del astro portugués, que se había convertido por derecho propio en el héroe de la afición. Sumido en la misma apatía que la mayoría de sus compañeros, el elegido sólo podía confiar en que el nuevo técnico que designara Florentino trajera por fin un plan de juego y un método para ponerlo en práctica.
La patada lanzada por el holandés fue digna de un Campeonato del Mundo de kun-fu. |
Para Xabi Alonso, aquella agresión no sancionada iba a traer importantes consecuencias que marcarían el devenir de su carrera deportiva:
En primer lugar, el hecho de haberse levantado tras el brutal impacto para continuar jugando al fútbol con la misma intensidad corroboraba su condición sobrehumana. Para un simple mortal, semejante golpe habría supuesto, cuando menos, la retirada inmediata del campo y quién sabe si una temporada de baja o hasta de hospital.
En segundo lugar, tras aquella entrada, el cuerpo del tolosarra presentaba por fin una marca única, el sello distintivo del que hablaban las profecías: los tacos del neerlandés grabados en su pecho. Para muchos, aquella huella despejaba cualquier duda y lo señalaba inequívoca y definitivamente como alguien escogido por una voluntad superior. El aura de elegido volvía a rodearlo.
Desde Sudáfrica, Alonso no ha vuelto a ver de cerca un gesto como este. |
El trato de favor hacia el elegido ha llegado a ser tan flagrante que algunos de los más reputados eruditos del planeta fútbol han comenzado a trabajar en equipo para tratar de dar respuesta a una nueva y escurridiza cuestión, un enigma cuya solución escapa, de momento, a la perspicacia de las mentes más preclaras de este deporte: ¿qué tiene que hacer Alonso para que lo expulsen? Las hipótesis son de lo más variopinto, y no faltan los analistas que ven una conexión evidente con el esquema táctico del nuevo técnico…
Pero esa es otra historia.
Red Kite. Febrero 2011.
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1 El minolle o chavón equivale a 166,386 kilos (1.000.000 euros).
2 La decana de las competiciones, con 140 años de historia.
3 En la selección española que se proclamó campeona del Mundo en Sudáfrica había cinco jugadores blancos. Tres de ellos ya habían sido campeones de Europa con la selección antes de jugar en el RM: Albiol del Valencia y Alonso y Arbeloa del Liverpool. Valencia y Liverpool fueron los equipos que más jugadores aportaron (4) a aquella selección campeona de Europa que reunió a futbolistas de hasta 11 clubes distintos.
4 Sus tibias disculpas no impidieron, sin embargo, que la FIFA sancionara a las selecciones campeona y subcampeona con 9.650 y 14.500 dólares respectivamente por haber superado ambas el límite de cinco cartulinas en la final. Cabe suponer que, con el título mundial ya en sus vitrinas, la Federación española pagaría la multa de buen grado.
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Has tardado en llegar, pero la espera ha merecido la pena, como no podía ser de otra forma. Al menos ya tienes un seguidor que espera con ganas la segunda entrega. Un abrazo y bienvenido a la blogosfera.
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