jueves, 7 de julio de 2011

Hablando claro (una lección de coherencia)

Gerardo Fernández Naroña. Muchos como él necesitamos en
España.
Nuestro protagonista de hoy no es famoso; al menos, no en España. Sus palabras no son recientes; datan del 22 de octubre de 2009. Los asuntos de los que trata no nos afectan directamente; se circunscriben a la política mexicana. Y sin embargo, Gerardo Fernández Noroña es noticia hoy en este blog. Su breve discurso en la citada fecha en el Palacio de San Lázaro (sede de la Cámara baja mexicana) menciona situaciones y actitudes que nos resultan familiares a miles de kilómetros de distancia, como podrán comprobar quienes vean el vídeo de su intervención. Las imágenes fueron censuradas en el canal de la Cámara de Diputados y en las principales cadenas de la televisión azteca.
El señor Fernández Noroña (Michoacán, 1961) es diputado del Partido del Trabajo, una fuerza política que se define como izquierda antiimperialista socialista y que obtuvo 13 curules (escaños) en la Cámara de Diputados tras las últimas elecciones legislativas mexicanas. Militó anteriormente en el Partido de la Revolución Democrática, formación que aglutina desde 1989 a diferentes fuerzas socialistas de México y que pertenece a la Internacional Socialista.
Licenciado en Sociología, comenzó su andadura política como sindicalista y en 1995 formó la Asamblea Ciudadana en Defensa de los Deudores de la Banca, desde la que defendió los intereses de numerosos ciudadanos asfixiados por sus deudas con las entidades bancarias, deudas que la grave crisis mexicana de ese año había multiplicado. Sus protestas contra el entonces presidente Ernesto Zedillo lo llevaron incluso a pasar algunos días en la cárcel. En 2004 da el salto a la política nacional tras ser nombrado Secretario de Comunicación del PRD. Su constante actitud de denuncia de los presuntos fraudes electorales por parte del Partido Acción Nacional (PAN, el centro-derecha mexicano, actualmente en el Gobierno), lo situaron en el ala más radical del socialismo. Tras varios enfrentamientos con miembros del PRD, llegó a acusar a su compañera de partido y presidenta de la Cámara, Ruth Zavaleta, de traidora, por haber «entregado el cuerpo a cambio de un huesito». Estas palabras supusieron un escándalo. Fue tachado de misógino, y su declaración fue reprobada posteriormente por el Consejo Nacional del partido.
En 2008 abandonó el PRD, tras una primarias en las que Jesús Ortega se hizo con la presidencia del partido «de manera ilegítima», según el propio Fernández Noroña.
Tras ser elegido diputado por el PT en las elecciones de 2009, protagonizó la encendida intervención parlamentaria de la que ofrecemos un extracto en vídeo con sus palabras. La sesión se produjo tras una votación en la que las dos fuerzas mayoritarias, el Partido Revolucionario Institucional (PRI, las siglas hegemónicas en México durante seis décadas, un partido que tiene de revolucionario lo mismo que el PSOE tiene de marxista) y el PAN evidenciaron un pacto que no gustó nada a Fernández Noroña –y seguramente, tampoco a la mayoría de los mexicanos–. PRI (237 de 500 curules, un 47,4%) y PAN (142 curules, 28,4%) unieron sus votos para sacar adelante unas medidas económicas y fiscales que nada tenían que ver con los programas que habían defendido en la campaña electoral solo unas semanas antes. El protagonista de este post se mostró de todo menos comedido en la denuncia a sus compañeros de Cámara. Su actitud y su coherencia le honran –como él mismo declara, renunció a la mitad de su sueldo como diputado–, y sus palabras constituyen todo un ejemplo de un político entregado a su verdadera labor: la de defender no solo a sus votantes, sino a toda la ciudadanía.
NOTA: Este blog no se hace responsable de los eventuales ataques de envidia que este discurso pueda provocar a este lado del océano.


Red Kite, julio 2011.

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